sábado, 4 de noviembre de 2017

El arte de copiar

No copies, no te servirá de nada. Me decían. No se equivocaban. Pero aprobaba que cuando eres un estu-dia-ante es lo que buscas. La felicidad son chorradas. (que puñetas estoy diciendo)

 Yo y los estudios nunca hemos conectado de una manera descomunal pero bueno se puede decir que cumplía. No me quedaba otra si quería comer.
El otro día haciendo un poco de limpieza en mi cuarto me encontré con un titulo de bachillerato y al lado muy sospechosamente una cajita llena de chuletas de los años buenos, los años golosones de los estudios (segundo de la eso en adelante) donde me alíe con dos software como era el Xuletas y Chuletator que después del Xvideos era lo único para lo que utilizaba el pc.
Mi diógenes y como siempre suspendía me hacía guardar las chuletas para que en las recuperaciones no tener que hacerlas otra vez. A ver si al final de tanto escribirla se me iba a quedar Y ESO NO ES LO QUE QUERÍA.
Chuletator las hacia muy pequeñas, ideal para mi super vista de aquellos tiempos donde la llegaba a pegar en tippex (ese era mi sitio clave) como si fueran las instrucciones, en la silla o me la escondía en la mano.
También por otro lado tenía el Xuletas un software un poco mas avanzado que las hacia del tamaño que quisiera pero mas ancha la letra cosa que me jodia porque se notaba mas.
Como era gandul hasta para escribir en el pc, descubrí un programa que escribía lo que yo le dictaba! llegué a construir una multinacional del copiado. Era dios.
Si no recuerdo mal empecé copiando un poco acojonado, recuerdo que me lo apuntaba con un lápiz en la silla y luego lo pisaba con el muslo o también recuerdo de escribírmelo en la suela del zapato negro (detalle importante). Luego fui avanzando, recuerdo tener una carpeta por encima de la cajonera que utilizaba como modulo extensible donde ahí me lo podía anotar todo como también algún cambiazo (subir otra hoja a la mesa y copiar como un perro de una a otra, 1º-le pides otra hoja porque estás inspirado de la ostia y con dos o tres hojas en la mesa saca la otras como un mago (saber cuando sacarla solo es de pro - Nacho Vidal 1973-?)).
Recuerdo también en la hebilla del cinturón, ahí escribía algo. Y también de llevar un chaquetón de la ostia en pleno junio en Canarias y con cuatrocientos tippex en los bolsillos. Este era mi favorito porque utilizaba las instrucciones del tippex para pegar la chuleta que me hacía en el chuletator (mi programa favorito), llegué a tener dos tippex y otros dos esmaltes (en un mismo examen) para reparar piscinas que eran acido que si lo echabas en la hoja, la hoja se quemaba pero bueno la botellita era muy parecida al tippex y con no abrirla cumplía de lujo.

Recuerdo que me pedían el tippex en los exámenes todo el mundo (hijos de puta) y como se les ocurrieran de utilizar el acido como tippex iba a estar muy graciosa la cosa.

También llegue a tener bolígrafos de publicidad con una tira extensible en donde se mostraba un calendario que ya podéis imaginar para que se utilizó.

La calculadora también era un espectáculo con diseños creados con el Paint como también el diccionario de Latín que eso ya era un disparate en donde llegué a ya sudármela el tema de copiar y de matarme a pensar como hacer las chuletas si es que siempre acababa suspendiendo.

Lo que si que tenía era unos huevazos de cojones ahora pensando. Es increíble pensar como puñetas podía hacer eso a escasos metros (a veces centímetros) de los profesores y también como puñetas las podía ver!! Ahora es imposible, maldita edad. En fin, el arte de copiar lo dominaba de lujo me sirvió para ir a septiembre en primero, segundo, tercero y cuarto de la ESO, también en primero de bachiller pero en segundo NO!! Thug life!! Ahora no se estudiar. Mi vida es mi patrón. Pablo Escobar a miss you.

Amigos no copien, no les servirán de nada.

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